Al momento de comprar una bici nueva, los ciclistas más inexpertos no se fijan en la posición de las manillas y los vemos andar por las calles con la posición original de fábrica y es que no tienen idea que esta posición es sumamente modificable. Es tan simple como soltar un tornillo, poner la manilla en la posición correcta y listo.
Pero para lograr esa posición correcta, es necesario seguir los siguientes pasos:
- Subirse a la bicicleta en posición normal, la que usamos para andar.
- Tomar el manubrio.
- Sin perder esa posición, extendemos los dedos que usamos para frenar, sin modificar el ángulo del brazo.
- Las manillas deberían encontrarse justamente en la posición que se tiene al extender los dedos, manteniendo una línea recta desde el codo hasta la punta de los dedos.
Porque si hay que torcer la muñeca hacia abajo o hacia arriba para encontrar las manetas de freno, indudablemente están en el lugar equivocado.
Los movimientos forzados al frenar son muy incomodos y seguramente harán que las lesiones aparezcan con el tiempo.
