


Invadida por autos y peatones, pareciera que esta ciclovía no existiera. Se necesita de manera urgente que alguien se haga cargo de esta situación, que tristemente se repite en el resto de las ciclovías de nuestro país. Se necesita de manera urgente que a esta gente se les eduque.
¿Cómo ninguna autoridad es capaz de hacer algo? ¿Por qué esperar a que los usuarios tomen la justicia por sus manos? Les aseguro que muchos de esos autos terminaron con un cariñoso rayoncito de regalo, y lo entiendo completamente.
¡Las ciclovías son nuestras!